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La Zona




Ficha técnica de la película
Dirección: Rodrigo Plá.  
Países: México y España.  
Año: 2007.  
Duración: 97 min.  
Género: Drama.  
Interpretación: Daniel Giménez Cacho (Daniel), Maribel Verdú (Mariana), Carlos Bardem (Gerardo), Daniel Tovar (Alejandro), Alan Chávez (Miguel),  
Guión: Rodrigo Plá y Laura Santullo; basado en un cuento de Laura Santullo.  
Fotografía: Emiliano Villanueva.  
Dirección artística: Antonio Muñohierro.

La Zona es mucho más que una película, es el reflejo de una sociedad que avanza hacia una realidad parecida a la presentada en el film, una realidad en la que las personas desconfiamos las unas de las otras, que tenemos miedo de una amenaza, y queremos aislarnos en nuestro propio mundo. Una realidad en la que los ricos son cada vez más ricos y los pobres más pobres.

La Zona nos presenta dos mundos: El primero es un mundo de ricos que tiene sus propias convicciones sobre la realidad, tienen un miedo horrible al otro, sospechan de todos y no creen en la justicia, La Zona, es urbanización cuyos muros aísla a sus habitantes de la realidad, y los gobierna con sus propias reglas.

El segundo mundo es un mundo de pobres, es el otro lado del muro, pequeñas casas que se agolpan unas con otras, cuya realidad es dura y cruel, una realidad de la que los ricos quieren huir. El director Rodrigo Plá dota a la película de una realidad tremenda, los planos sucesivos del principio sobre La Zona, nos hace parecer estar en un lugar idílico, casi irreal, una sociedad perfecta que no existe. El uso de las cámaras de vigilancia para enseñarnos lo que ven ayuda a esta realidad, y le da un leve toque de documental. El montaje ayuda a mantener un buen ritmo, La fotografía marca bien los espacios La zona y el exterior tienen texturas diferentes, la primera tiene una iluminación muy difusa, brillante, envolvente que nos hace parecer estar en un mundo perfecto, un decorado, mientras que el exterior tiene una luz más cruda, más oscura, más cercana.

Reflexiones acerca de la interacción del sujeto con su entorno socio-espacial en la Película de LA ZONA

El director narra la historia de tres ladrones que entran a robar a una urbanización cerrada, la que posee seguridad privada y de donde nadie entra ni sale, salvo una autorización. Los tres intrusos son sorprendidos por una anciana, durante el robo a una de las casas, a la cual matan. En la huida, dos de los sospechosos son abatidos y el tercero se esconde en un sótano. Alejandro, un adolescente que vive en “La Zona” lo descubre. El delincuente y Alejandro tienen la misma edad. El intruso, asustado, le pide ayuda ante la incesante búsqueda que se está gestando en la zona, donde los vecinos sólo quieren tomarse la justicia por sus propias manos y de donde probablemente no saldrá vivo.  
El muro simboliza el elemento provocador por excelencia, no sólo separa físicamente los espacios entre el fraccionamiento y el barrio, sino que también corta de tajo cualquier interacción entre ellos. El muro, nos remite gráficamente a una ciudad amurallada del Medioevo, a la trinchera entre dos bandos en guerra, a la “cortina de acero” que divide dos ideologías. Por una parte, provoca seguridad, protección y resguardo, y por la otra, impotencia, rechazo, exclusión y resistencia.
La presencia del muro genera dualidades y opuestos donde el intruso pierde su condición de ser humano al cruzar el muro que separa a “La Zona” del resto del mundo, simplemente se convierte en el enemigo que debe ser abatido. “La Zona” es mostrada como un lugar de residencia privilegiado, privado, hermético, vigilado, amurallado y autónomo. Por otra, paradójicamente, todo este contexto es abrazado por una imponente montaña cubierta de concreto que se vislumbra en un plano de fondo.
La imagen del muro construye identidades contrastantes que se dan en oposición a otras, Aquí es el espacio interior, el de nosotros. Allá es el espacio exterior, el del otro”  
Las tensiones de las miradas entre los individuos en “La Zona” conforman una serie de relaciones que asumen diferentes puntos de vista; por una parte, las miradas de desconfianza entre los moradores del fraccionamiento residencial representadas por aquellos que están a favor de una solución pacífica y por los que están por la violencia; por otra, las miradas cómplices entre los que someten, la mirada tensa entre padres e hijos tratando de buscar la verdad y la elocuencia en medio del absurdo; finalmente, la mirada de duda entre dos sujetos iguales pero insertos en realidades diferentes; ésta es una mirada del miedo a la comunidad brutalizada.
La Zona cuya trama no se aleja de la realidad que vivimos y en donde los muros continúan siendo la solución para remarcar las diferencias de todo tipo entre los seres humanos y el contexto urbano que les rodea. La percepción de ambos sectores sociales es de contundente, Unos miran a los otros a través del muro, pero desde diferentes perspectivas;, la que observan a un anfiteatro griego, un condominio habitado por los temerosos residentes de “La Zona”, quienes, a su vez, observan una colmena gris amurallada y escalonada, de intensa monotonía habitada por un número incontable de personas. existen infinidad de miradas de análisis e interpretación que se despliegan en torno a la película y una de ellas es leer entre líneas que la civilizaciones son relativa.


fuente
1.-www.fantasymundo.com 2.- Reflexiones acerca de la interacción del sujeto con su entorno socio-espacial. Gerardo Fernández Guerrero Sandra Amelia Martí Martha Isabel Flores Ávalos Biblioteca Digital de Universidad Autónoma Metropolitana 157 No. 61; septiembre-diciembre 2009 Págs. 127- http://enberlin.blogspot.com/2008/12/la-zona-una-pelcula-mexicana-en-berln.html
UN HOMBRE MIRANDO AL SUDESTE
Ficha
Director:   Eliseo Subiela
Duración: 105 MIN
Año de Producción: 1986
Producción: Argentina
Estudio: Cinequanon
Género: Drama

En un manicomio aparece un día Rantés (Hugo Soto), un sujeto que asegura ser un enviado de otro planeta que ha venido a investigar “la estupidez humana”, pero el doctor Julio Denis (Lorenzo Quinteros) es escéptico respecto a este relato y piensa igual que las personas de la época, que es simplemente un convicto que huye de la ley. A lo largo de las sesiones de tratamiento, en las que el paciente se mantiene firme en sus declaraciones, el médico comienza a dudar a partir de la observación de ciertos fenómenos curiosos, pero sabe que si acepta su versión quedará él por loco.