

El director falleció el 30 de julio
de 2007 a los 89 años en la isla de Faro, a la que se había retirado, el mismo
día que falleció el director italiano Michelangelo Antonioni.
Bergman sufrió en la década de los
cincuenta las consecuencias de la crisis de producción cinematográfica
acontecida en Suecia, con lo cual se vio obligado a aceptar una proposición que
se le presentó en el terreno publicitario3. El hecho de tener que aceptar este
trabajo para subsistir espoleó la reflexión del cineasta sueco acerca del papel
que juega el arte en la sociedad contemporánea
En la segunda mitad
del siglo XIX surgió en el mundo del arte la figura del marchante-contratista,
quien establece un contrato con el artista por medio del cual su producción es
cedida a cambio de la exposición de la misma en galerías, la promoción a través
de la crítica en la prensa e incluso una remuneración parecida a un «sueldo
fijo».
decía Bergman: «La
gente muerde en la obra de arte como en una rebanada de pan con mantequilla y
el artista encima viene a ofrecerse espontáneamente como aliño...».

El
retrato de esta elite bienestante pero decadente, totalmente carente de valores
pero socialmente poderosa, constituirá un precedente para aquellas
composiciones futuras en las que Bergman pasará a cuestionar la acomodada
figura del intelectual burgués o, mejor dicho, del burgués con pretensiones intelectuales,
muy difundida al parecer en la próspera sociedad sueca de los años sesenta y
setenta. Paralelamente, el realizador sueco no elude la autocrítica: el film La
hora del lobo concluye con el suicidio del artista, dando
a entender que cuando éste es consciente de las tremendas limitaciones a las que
se encuentra sometida su creación, la postura más coherente a adoptar sería el
«suicidio profesional».
En definitiva, la propia creación artística e
intelectual bergmaniana, en su conjunto, no se halla exenta en ningún momento
de la duda existencial que rodea a la propia persona del autor. Si ha podido
llevarla a cabo pese al mercantilismo imperante ha sido en parte gracias al
éxito económico cosechado por films como Sonrisas de una noche de verano, El séptimo sello, Fresas
salvajes, El
manantial de la doncella, Como
en un espejo o
Fanny y Alexander, todas ellas galardonadas además en
festivales de cine tan importantes como los de Cannes, Berlín, Venecia.
La
hora del lobo, es una ácida crítica dirigida a quienes
se los financiaban, particularmente cuando ha visto que las presiones de
producción han pretendido ir más allá de los aspectos meramente económicos,
entrando en lo que el director sueco considera como «su terreno»: Decía Bergman:
«A uno le entra a veces una furiosa
necesidad de desenvainar, de dejar toda adulación. Aun corriendo el riesgo de
verse obligado a hacer compromisos dobles más adelante.... » «...La industria cinematográfica no es
precisamente delicada con sus anarquistas, alguna vez constituye una gran
liberación levantarse y sin gestos de lamentación o amabilidad, mostrar una
situación penosamente humana; pero el castigo no faltará.. »

Cualquier
tipo existencial, con sus virtudes y defectos más íntimos, puede verse reflejado
en el discurso fílmico del director sueco, y no siempre resulta apetecible
contemplar nuestras propias contradicciones públicamente en una sala de cine.
fuente
LOTMAN, Yuri: Semiótica del cine. Barcelona: Gustavo Gili, 1972.
JOLIVET, Regis: Las doctrinas existencialistas. Madrid: Gredos, 1962.
1998 El cine y el siglo XX. Barcelona: Ariel.
HEIDEGGER, Martin:
1967 Sein und Zeit. Tübingen: Max Niemeyer.
1970 Carta sobre el humanismo. Madrid: Taurus.
1971 ¿Qué significa pensar? Buenos Aires: Nova.
1996 El ser y el tiempo. Madrid: FCE.
1967 Sein und Zeit. Tübingen: Max Niemeyer.
1970 Carta sobre el humanismo. Madrid: Taurus.
1971 ¿Qué significa pensar? Buenos Aires: Nova.
1996 El ser y el tiempo. Madrid: FCE.
Genealogía y esperanza en la Filosofía de la Existencia de Ingmar Bergman
Cfr .BJÖRKMAN, S.; MANNS, T .; SIMA, I. Bergman om Bergman. Stockholm: Norstedt & Söners
Forlag, 1970, p. 216. Hay una traducción al español de la edición francesa ampliada de 1973
(Conversaciones con Ingmar Bergman. Barcelona: Anagrama, 1975).
Forlag, 1970, p. 216. Hay una traducción al español de la edición francesa ampliada de 1973
(Conversaciones con Ingmar Bergman. Barcelona: Anagrama, 1975).
Ingmar Bergman: ¿cineasta de la burguesía? Jordi Puigdoménech
No hay comentarios:
Publicar un comentario