Ficha Técnica:
Dirección: Fernando Pérez
Producción: Magalys González
Asistente de Dirección: Gloria Maria Cossío
Edición: Julia Yip
Director de Fotografía: Raúl Pérez Ureta
Banda Sonora: Edesio Alejandro
Dirección: Fernando Pérez
Producción: Magalys González
Asistente de Dirección: Gloria Maria Cossío
Edición: Julia Yip
Director de Fotografía: Raúl Pérez Ureta
Banda Sonora: Edesio Alejandro
Sinopsis
Dentro de la multiplicidad de rostros y lugares, se entrecruzan las historias de personajes anónimos en el de cursar del día y la noche. Varios seres sumamente peculiares alternan sobre el tejido vivo de la ciudad, y cada uno de ellos representa la curiosa diversidad de grupos sociales que se mueven en La Habana de hoy.
Suite Habana, una obra coral, por la cantidad de sus personajes relevantes; por su casi total exclusión del diálogo; dividida en “movimientos” demarcados por la historia de cada personaje;
La estructura del filme recuerda un día entero, desde la madrugada hasta el siguiente ocaso, Su relato consigue adentrarse en la cotidianidad de seis personas, quienes se “interpretan” a sí mismos ante la cámara:
La anciana vendedora de maní como único recurso para mantenerse y mantener a su esposo inválido.
El doctor-payaso cuyo hermano se va de Cuba.
El obrero ferroviario que sueña con ser músico.
El ropero del hospital convertido en travesti de noche.
El niño Dawn junto a las personas que lo protegen.
El bailarín obligado a dedicarse a la construcción.
Narrativamente, se descubre primero la cotidianidad, el sudor, la monotonía y la escasez, pero a medida que el filme avanza, con un ejemplar sentido del suspense, el espectador accede a la verdad íntima de cada personaje, a cada personal y portentosa e inmarcesible capacidad de crear, de crecerse, de emocionarse y de soñar cada personaje. Todos, están presentado desde doble perspectiva: son gente común y al mismo tiempo excepcional, son personas erosionadas por la penuria, los obstáculos y el infortunio, pero en ellos permanece intocada la capacidad para forjar sueños,
Aunque por momentos, muy breves, el porfiado propósito de transparentar lo incorpóreo y anímico derive en una cierta retórica visual y anecdótica.
Suite Habana es una de los testimonios fílmicos más genuinamente humanista, y anti convencionales en los últimos diez años de la cinematografía cubana, quedará omo la exposición cinematográficamente más lograda. con modelos de universal repercusión.
Breve comentario del propio director : Suite Habana, un documental que por estos días hace sudar a los críticos cuando tratan de ubicarla en un género; mientras que su realizador sonríe, porque él no hizo otra cosa que atender a los guiños que la vida le lanzó mientras filmaba.
—¿Qué alternativas, a favor o en contra, usted sopesó durante la semana en que meditó si filmaba o no a Suite Habana? —Yo tenía como temores, es la verdad. La idea inicial era compleja: filmar un día en La Habana y que ella fuera la protagonista, con su muchedumbre. Pero, ... ¿cuántas Habanas existen? "De ahí pasé a la idea de contar historias; aunque sin diálogos, solo con imágenes...
"Luego vino otra dificultad: ¿qué personajes se mostraban? Estaba La Habana de los funcionarios y los teléfonos celulares; pero no sabía cómo mostrarla. También se encontraban los marginales, con su carga de corrupción y violencia que, ya de por sí, pone limitaciones para filmar. Al final me quedé con la gente de a pie, que trabajan y tiene una vida que, de tan común, terminamos por no verla.
—¿Tuvieron que superar muchas barreras para entrar de lleno en la vida de los personajes? —En lo absoluto. Desde la primera entrevista no hubo desconfianza, no hubo preguntas de que mira qué va a pasar con esto..., no, no. Llegamos y se pusieron así, a la disposición de nosotros.
Y ellos no sabían que les íbamos a pagar
"Por ahí sale el desconcierto con Suite Habana. Algunos dicen que hay más ficción que realidad y no es cierto. Allí no se alteró nada. Ellos están viviendo sus vidas. La escena del aeropuerto y del avión, cuando Jorge Luis se va, es real. Nosotros le dijimos: 'Vamos a poner la cámara y que ocurra lo que vaya a ocurrir'. Nosotros no interferiremos en nada. Y ahí está la escena".
—Usted trabajó con un guión abierto, pero el filme muestra una armazón sólida. ¿Suite Habana es una obra informal o una estructura bien pensada para transmitir y conmover? —En esta cinta trabajé con la escaleta de un día en La Habana. Yo no tenía que filmar las 24 horas de existencia de los personajes, pero sí cogerlos en momentos muy precisos. A nosotros nos interesaban ciertos elementos de la vida cotidiana, que todo el mundo ve y no salen a flote. Por ejemplo, el bañarse con un cubo y una latica, los granos de arroz cuando son escogidos uno a uno, el plancha-"Le dimos mucho margen a la improvisación para ver qué nos daba la realidad. Ahora, en mi mente sí escogía las escenas que me interesaban, porque la estructura definitiva saldría en la mesa de edición. Allí armamos las historias por separado para ver qué aportaba cada una. Luego se hizo el entramado, que fue lo más difícil; aunque, al final, salió de un tirón. No sé porqué; el caso es que salió así y cuando vinimos a ver Suite Habana estaba lista, latiendo con su una hora y 20 minutos de duración"
Edesio Alejandro dijo que, de todos sus filmes, este era el más complejo desde el punto de vista músical...
—De acuerdo con la banda sonora, Suite Habana sí es la película más compleja que hemos trabajado Edesio Alejandro y yo. Desde un inició quisimos que cada efecto fuera una nota musical en la cinta y que reforzara las situaciones y el ambiente de los personajes, al punto de que parecieran irreales. Así salieron el ruido de los granos de arroz, los carros que suenan como si fueran el viento, el corte de las cebollas.
"Con una particularidad. Que todos fueron inventados. Los únicos sonidos grabados fueron los del payaso, algunos gritos en la ciudad y los de la vecina que le avisa a Francisquito que llegó el padre.
Lo demás fue inventiva y un poco de archivo. Ese sonido del faro no es más que la boca mía y de Edesio haciendo fuaaa, fuaaa, delante de un micrófono. La farola no hace ruido, pero había que acentuarle su vida en la película, al igual que con otros objetos de la ciudad".
—¿Qué ha pasado con los personajes de la cinta una vez que concluyeron las filmaciones? —Bueno, a Ernesto se le acabó de caer el techo de la casa, y parece que el Ballet Nacional lo ayudará en la reconstrucción. Del médico, supimos que dejó su oficio para dedicarse a actuar como payaso. Amanda se compró un refrigerador con el dinero que recibió de la película. Pero lo importante es que, según ellos, ver Suite Habana les ha dado la posibilidad de mirarse por dentro y de empezar a tener otros sueños que antes no tenían.
"El único que no alcanzó su sueño fue Waldo, el abuelo de Francisquito. El quería salud para vivir, pero falleció tres días antes de la primera exhibición. Sin embargo, ese día el niño lo volvió a ver y en medio del cine señalaba a la pantalla y decía: '¡Ese es mí abuelo; miren a mi abuelo, miren a mi abuelo!'." —¿Y Fernando? ¿Qué ha aprendido de la Cuba de hoy con Suite Habana? —Mira, Cuba es un sueño posible y lo será mientras no se mire de forma esquemática. Esta película trata del valor de las pequeñas cosas; de personas que no necesitan una botella de vino caro para ser felices, a pesar de que son pobres; de gente que sueña en medio de dificultades y logran sobreponerse. Si algo confirmé, más que aprender, fue que nuestra realidad no puede apretarse en moldes y que somos un pueblo de bailadores, sí; pero también de personas que reflexionan sobre la vida que les ha tocado vivir y la que quisieran tener. Y eso es un poco Suite Habana, un momento de intimidad en la Cuba de hoy.
"El único que no alcanzó su sueño fue Waldo, el abuelo de Francisquito. El quería salud para vivir, pero falleció tres días antes de la primera exhibición. Sin embargo, ese día el niño lo volvió a ver y en medio del cine señalaba a la pantalla y decía: '¡Ese es mí abuelo; miren a mi abuelo, miren a mi abuelo!'." —¿Y Fernando? ¿Qué ha aprendido de la Cuba de hoy con Suite Habana? —Mira, Cuba es un sueño posible y lo será mientras no se mire de forma esquemática. Esta película trata del valor de las pequeñas cosas; de personas que no necesitan una botella de vino caro para ser felices, a pesar de que son pobres; de gente que sueña en medio de dificultades y logran sobreponerse. Si algo confirmé, más que aprender, fue que nuestra realidad no puede apretarse en moldes y que somos un pueblo de bailadores, sí; pero también de personas que reflexionan sobre la vida que les ha tocado vivir y la que quisieran tener. Y eso es un poco Suite Habana, un momento de intimidad en la Cuba de hoy.
Cometario 1: Es filme es emociónate, da mucho que pensar, muchos hablan de su punto de vista crítico sobre Cuba, pero creo que más allá están los sueños de esas personas que a pesar de las necesidades, lo tienen, en otras sociedades eso quizás es impensable, poder de día hacer un trabajo y a la noche cumplir tu sueño.
Comentario 2: Lo único que refleja la película es la necesidad material, pero hay un mensaje más importante que muestra y es que a pesar de todo hay un deseo por cumplir con lo que nos gusta están motivados por la vida.
Comentario 3: El uso de los planos cerrado tanto de los autobuses, los balcones , las personas, dan una imagen comprimida esto provoca en nosotros una sensación de asfixia
y enmarca como se vive en una ciudad, el ruido, el calor , los gritos, esto acorrala a los personajes en su día a día.
Comentario 4: El uso del paralelismo en las imágenes, es como un juego de respuestas y significados, ejemplo es personaje que se va en el avión y el papá de Francisquito en cementerio, provoca una reflexión a la pérdida definitiva de esa persona, así también el uso de los recursos de tantos planos cercanos, nos adentra en un mundo que nosotros dejamos de percibir de manera.
fuente
www.armandoacosta.com/download/suite_habana.doc
www.cubacine.cu/suitehabana/suite1.html
biblioteca.universia.net/html.../suite-habana/.../37968373.html
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